lunes, 28 de julio de 2008

Ecosofía: Los riesgos del relleno sanitario

Luis Tamayo
La Jornada Morelos

Como muchos de mis lectores saben, se denomina lixiviados a aquellos líquidos producto de la degradación de los residuos sólidos (la basura), los cuales generalmente son de color negro y olor muy penetrante. Dichos lixiviados arrastran todo tipo de sustancias nocivas desde meramente tóxicas hasta cancerígenas (típicamente, indican los técnicos, los lixiviados son anóxicos, ácidos, ricos en ácidos orgánicos, iones sulfato y con altas concentraciones de iones metálicos comunes, especialmente el hierro). Por tal razón es muy importante tanto el adecuado tratamiento de estos líquidos tóxicos como la elección de la ubicación donde se construya el relleno sanitario (lejos de las zonas de recarga de acuífero), pues nunca pueden descartarse totalmente las filtraciones. Si no se elige correctamente dicho lugar los lixiviados pueden contaminar los suelos y, consecuentemente, las aguas superficiales y subterráneas. Además, como se trata de un proceso contaminante que se produce de manera lenta, sus efectos no suelen percibirse sino hasta varios años después.
Estimado lector, para referirle los efectos de los lixiviados que generaría el relleno sanitario de Loma de Mejía, permítame narrarle un conflicto de nuestros días. Quizás podamos aprender de su experiencia.
Los habitantes de la comunidad de Chiconautla, en el estado de México, están sufriendo actualmente un infierno a consecuencia de las filtraciones a su manto freático por los lixiviados del relleno sanitario de la región. La zona más perjudicada es la colonia Prados de San Juan, donde abundan los letreros de “remato casa” pues las autoridades municipales, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México y la empresa Asiamex, concesionaria del relleno sanitario, poco han hecho para corregir el problema. En 2005, el ayuntamiento de Ecatepec concesionó el manejo del mismo a Asiamex por un periodo de 20 años. Y el problema actual es evidente: no solamente se han incrementado significativamente los problemas de salud, sino que se observan cerros de desechos más altos que las casas. Y la empresa Asiamex, además, bloquea las investigaciones.
Afortunadamente, con el cambio de administración, ahora se está intentando resolver el problema, pero el daño a los mantos freáticos ya está hecho. Un grupo de ocho geólogos y topógrafos de la empresa TAAF Consultoría Integral, fueron contratados por el ayuntamiento de Ecatepec para realizar estudios en el exterior del basurero de Chiconautla a fin de determinar la contaminación del suelo y de los mantos freáticos en la zona. El gobierno municipal informó que el grupo, encabezado por la directora técnica de TAAF Consultoría Integral, Claudia P. Hernández Barrios, intentó entrar al tiradero, pero la empresa Asiamex se opuso argumentando “conflicto de intereses”. Por lo pronto, a raíz de diversas denuncias sobre el mal funcionamiento del relleno sanitario, la Procuraduría de Protección del Medio Ambiente en el Estado de México (Propaem) impuso a Asiamex una multa de 45,810 pesos por violaciones al manejo de residuos y por contaminación. El titular actual de la Propaem, Miguel Ángel Contreras Nieto, informó que Asiamex no cumplió 18 de las condiciones estipuladas en la autorización que la Dirección General de Ordenamiento e Impacto Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente mexiquense le expidió en julio de 2006. En un comunicado, el gobierno estatal dio a conocer que inició el procedimiento PROPAEM/0412/06 y emplazó a la empresa a aplicar medidas correctivas, así como a presentar un programa de manejo integral de residuos sólidos.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de las autoridades actuales, y como antes dije, el daño ya está hecho. Los daños a la salud de los habitantes de Chiconautla y pueblos circunvecinos, durarán décadas. Los casos de cáncer y los bebés nacidos con malformaciones genéticas se incrementarán en los años que vienen de manera desmesurada. Las autoridades municipales anteriores cometieron en Chiconautla un ecocidio que se está convirtiendo en genocidio. Y, desgraciadamente, difícilmente se les podrán fincar responsabilidades.
Y en Loma de Mejía el problema es aún más grave por la enorme cantidad de población que sería afectada (inicialmente todo Temixco y parte de Jiutepec y, posteriormente, el sur del estado de Morelos y el norte del de Guerrero).
Toda la población debe enterase de que los científicos (salvo Oscar Dorado y su cada vez más pequeña compañía, pues hasta los investigadores que inicialmente lo acompañaron en la aprobación del Manifiesto de Impacto Ambiental favorable a la construcción del relleno sanitario en Loma de Mejía ahora se están retractando) más importantes de nuestro estado (del CRIM/UNAM, Instituto de Investigaciones en Energía, Matemáticas, Genómicas, UAEM, etcétera, se oponen abiertamente a la construcción de dicho relleno sanitario y muchos lo hicieron público en la carta al gobernador Adame del 4 de junio del año en curso. Toda la población debe enterarse, asimismo, que dicho relleno sanitario ya ha empezado a construirse. Todos debemos estar enterados del daño que eso significará para nuestros hermanos morelenses de Temixco y poblaciones aledañas. Y todos los habitantes de Cuernavaca seremos cómplices del ecocidio/genocidio. No lo permitamos.

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